02 Nov
02Nov

-Disculpe la interrupción señora Ana, debe partir mañana, sé que disfruta escribir los jueves, pero he venido lo más pronto posible por...-dijo sin poder finalizar la frase

-...Quería llorar, no he tenido tiempo estos días, supongo que lo haré después de salvar el mundo.. en la noche, con más calma. Soy un adulto desde los ocho años, así que no puedo evadir mis responsabilidades, no tengo tiempo de tener el corazón roto. No tienes que disculparte, no hace falta, tú no tienes que disculparte conmigo ese es tu trabajo.- Dije mirándolo desde la silla de mi escritorio, las dos lámparas estaban encendidas. Siempre me gustó tener más luz aunque fuera de día.

Siempre había pensado que los intelectuales eran con seguridad personas admirables, personas que merecen escribir libros y estar en los libros. Personas que merecen ser recordadas por una vida consagrada a un ideal, a un amor, a una verdad. Mis ojos brillan cada vez que pienso en eso. Siempre he entrado y salido de ese selecto grupo. Siempre me sentí segura allí. Pero lo que me asustó tremendamente este año fue descubrir que la humanidad también había perdido el único lugar donde alguien podía sentirse seguro. La intelectualidad, dejo de ser un refugio. El golpe duro de tener que abandonar mi primer hogar, me dolía más de lo que pude imaginar, porque en realidad nunca pensé en que llegaría el día en que los intelectuales fueran los criminales del mundo. Odié vivir para ver eso. Las puertas de lo que para mi era un templo de la razón, la comprensión, la compasión, el apoyo y la verdadera cordura, contra la imbecilidad del mundo, se había convertido en un burdel pagano, lleno de olor a opio, prostitutas, y semen. 

Estaba malherida, pero no iba a abandonar el campo de batalla. Me levanté para ver el desastre de lo que ese hombre había hecho conmigo. No había que leer el Álgebra de Baldor para descifrar este problema, todo era muy simple, un enfermo me metió en la cabeza que la poligamia era amor. Y yo le creí. Esta víbora tenia mas cuentas de redes sociales que un virus troyano en una pagina de pornografía. Me dispuse a llegar al fondo del asunto como Sherlock Holmes me había enseñado cuando lo leí por primera vez en inglés, lo de las redes sociales era lo de menos, en realidad tener seguidores requiere de una cantidad de horas absurdas en internet, de conocimiento de programas o de aplicaciones que te faciliten la vida. Sueño o no "Quiero compartir la cultura, la literatura y el arte con el mundo" era un circo muy bien montado, pero mediocre o no, era una labor social inofensiva. O eso pensaba yo a simple vista. "Que escriba, que publique, que haga lo que quiera con cuanta vieja quiera, que más da, su mundo no me era interesante." Pero que hubiera llegado a mi cuenta, eso no me gusto para nada. Mis redes no son para que extraños poligámicos me vomiten mentiras en el corazón, que estos extraños que regalan semen a cada mujer que se lo pida en internet me hablen con cortesía, y aun así después de todo el descaro, quieran mentirme más, para tener un cine en el computador con videos míos en Skype. No, no cree mi cuenta para eso. ¿Que hacia este tipo de paciente psiquiátrico en mi perfil? ¿Como llego este tipo aquí, yo no tengo ese nivel de energía primitiva inferior, pero que leyes del universo lo trajeron? Me preocupe más que nunca, tenia que protegerme de esta gente extraña y enfermiza, porque si él había llegado podían llegar más de esos escritores falsos poligámicos. Debí tomar medidas, reflexione muchas veces después. Pero señores, la fachada era perfecta, habían frases de Cortazar, Benedetti, Borges, Wilde, y de muchos tantos otros que yo amaba desde hace años. Lo que hice, y para lo que sirve Twitter es comentar y dar opiniones, amaba una frase que me recordaba a un hombre que yo amé con un fervor increíble. Y nunca pensé que comentar en esa frase me iba a joder de tal manera la vida y la existencia.

No había necesidad de embutirme mentiras, con que hubiera confesado su estatus poligámico yo lo hubiera respetado tal cual, sin problemas, una cortesía desde el comienzo se hubiera creado porque yo conocidos  tengo muchos y ninguno me importa en realidad, me dan igual, conocidos es la gente que habla y nada más,  pero los hombres enfermos tienen la necesidad de enfermar a otros, así que me embutió a diestra y siniestra una cantidad de frases bellisimas sacadas todas de un catálogo de relaciones pasadas, me impresiona la cantidad de veneno que puede tener un solo hombre, es una víbora que se esconde detrás de las rosas de un jardín. Despreciable esta gente, despiertan dentro de mí repudio, no por lo que son, sino por lo que hacen. Me enveneno, me enamoré, y lo siguiente fue descubrir que era la numero mil quinientos siete. Oh dude, que mal hiciste, y lo mucho que me hiciste sufrir y llorar, sin que yo realmente lo mereciera. El desastre. La lástima. Pero, me odié más a mí, porque debí haberlo expulsado de las tranquilas aguas de mi mente a tiempo, antes de que el lodo comenzara a ensuciar el agua. Era tarde. El daño estaba hecho. Pronto me di cuenta de que este hombre era todo lo opuesto a lo que leía, no es bello, no es compasivo, no es nada. Es solo fango y neblina, neblina que nubla la mente y los sentidos. Nada de lo que yo amaba en él existía en realidad, era solo neblina, era un paisaje solitario lleno de nubes grises vagabundas. ¿De que servirá que lea tanto si es un asco como ser humano? Borges debería sentir vergüenza de gente así, y estoy segura que más de uno de los tantos escritores que lee, lo rechazaría. No me importaban las viejas, las frases de segunda mano sacadas de la basura y de las sobras que dejan los perros, el deseo imperioso de mentirme, los métodos bien diestros que usaba para conseguir lo que quería, y lo que quería era verme sufrir, y lo consiguió, me molestaba que alguien tan inmundo usara una máscara tan hermosa. Y con máscara hermosa me refiero a la larga lista de autores que yo adoraba, para inspirarse a escribir, un don que usaba bastante bien pero que como me decía mi mente "Ay si, ay si, usted dice muchas palabras bonitas, y hace poemas, y se cree muy especial, muy diferente, un poeta, y se queda leyendo de a cinco libros por noche, que la cantidad de mujeres que le ruega es incalculable, los discursos sobre que "él no regresa jamás por nadie" son infinitos, "él jamás le ha rogado a ninguna mujer," la cantidad de filosofía sobre amarse así mismo, y sobre que la infidelidad y la poligamia es un comportamiento normal en la especie humana (A ver, a ver, primero que nada la infidelidad NO es un comportamiento, en los humanos es una decisión, hagamos una breve explicación de esto, en el año 2017;

La fidelidad y la inteligencia

Rodolfo Llinás (Es un neurocientífico colombiano que ha dedicado la mayor parte de su vida al estudio del cerebro. Dirigió el programa NEUROLAB de la NASA y actualmente es director del departamento de psicología y neurociencias de la Universidad de Nueva York.) indica que el área emocional del cerebro es una de las más antiguas. Fue una de las primeras en desarrollarse. Según sus palabras, “es el cerebro truhán, el de los reptiles, donde no existen más que patrones de acción fijos. Por eso ellos se acercan o se van si quieren comida; atacan si quieren defenderse, y tienen sexo si quieren reproducirse

El amor tiene su origen en la misma área, pero implica unas funciones fisiológicas diferentes. El amor, dice Llinás, es como una golosina. Y quien está enamorado se vuelve goloso. Desea tener más y más amor de la persona a la que ama. Agrega además que “nadie se muere por exceso de amor”.

El amor, señala el científico, no es como hacer gimnasiasino como bailar, desde el punto de vista fisiológico. Frente al llamado “amor eterno” dice: “Ese es de inteligentes, que estructuran y modulan los patrones de acción fijos sobre la base de ver al otro como la mano de uno; cuidarla es mi responsabilidad, y viceversa. Saber que no habrá una puñalada trapera es la norma”.

El estudio indica que la monogamia es una fase superior de la evolución humana. En principio, el humano está estrechamente ligado al comportamiento instintivo del mamífero. Esto le inclina a la poligamia. Pero, tanto en la historia de la humanidad como en la individual de cada hombre, la monogamia parece implicar un nivel superior de evolución.

Resulta mucho más inteligente establecer una relación y refinarla que ir saltando de relación en relación. La monogamia trae grandes satisfacciones, no es un sacrificio. Como toda situación humana con valor, implica esfuerzos. Sin embargo, es mucho más lo que aporta. 

O sea este hombre me aseguraba saber más que un neurocientifico y que la neurociencia, un nivel de autoengaño formidable, y yo le creí por supuesto, yo lo amaba, le iba creer que el cielo era verde si lo decía, sigamos, que se ha acostado con mujeres famosas con actrices pornográficas, hablaba de viajes, hablaba de la naturaleza y de un bosque, cientos de historias que me contaba de una vida de ensueño, cientos de consejos que me daba de una vida plena, y tantas frases de cómo vivir feliz, de como quitarse ataduras, de como vivir libre, tantas historias hermosísimas sobre su niñez en la pobreza, parecía una biografia muy buena para un Best-seller, pero como ser humano le faltaba mucho, para empezar valores no tiene, porque absolutamente nada aprendió de ningún autor, cuando yo estaba llorando y vomitando, cuando reclame y pelee por lo que me había hecho, ahí me di cuenta de algo, este tipo lo único que me hacía era daño, es la diosa de la inmundicia que parásita a los que no siguen sus inventos o sus juegos imponentes. Él las quería besar a todas, él las admiraba a todas, pero yo pensaba que todo lo que me decía era mío, ese fue el origen de mi amor, luché contra la poligamia, y la obsesión enferma de followers en internet,  pero la verdadera revolución francesa contra el tirano, ocurrió un día cualquiera cuando me pidió que leyéramos un libro, un libro que terminó haciéndose público. ¿Y dirán pero porque? Muy sencillo, para mi los regalos que me hace una persona que dice amarme y que yo si amaba, son sagrados, no los comparto, no los reutilizo, y nada puede representar más la bajeza de un hombre que utilizar algo preciado para otro y volverlo un montón de opio para los demás, es como arrebatarle a una madre su hijo de los brazos, desnudarlo y hacer que lo manoseen cientos de personas en la plaza del pueblo ¡Acaso eso es respetable! ¡Acaso eso es virtuoso! ¡Eso no me enseñó Wilde! ¡las obras de Shakespeare no se escribieron para embaucarme! ¡Yo no escucho Silvio Rodríguez para que me mientan! ¿pero qué tiene que tener alguien en la cabeza para esforzarse en que lo amen con semejante circo de mentiras aprendidas de memoria? Habia conocido a hombres que hablaban mucha mierda, pero este era mierda. Encontré al hombre que no merecía ser amado por nadie.

Mike iba conduciendo. Yo solo escribía en el auto. Mike me miraba orgulloso, sabía que había estado llorando, deprimida, confundida, que mi vida se había complicado bastante por el nuevo desamor y el malhumor, pero allí estaba a su lado afrontando mis responsabilidades como de costumbre, pero también sabía que era por mi culpa, había sido yo la que había dejado entrar a un hombre en el que no podía confiar, porque sus ojos azules me lo decían y en realidad tenían razón; no sabía en qué trabaja, no sabía si la ciudad en la que vivía era en realidad la verdadera, no sabía si la familia de la que hablaba era esa, no sabia que edad tenia, no sabia ni el nombre verdadero, no sabia nada de él. Me enamoré de un perfil de Twitter falso,  de ese típico hombre ordinario que piensa "Mira, tengo muchas mujeres que me odian, todas a las que rechacé, todas las mujeres vuelven para rogarme y yo no las quiero porque son toxicas, bla, bla" Me daba risa entre el dolor que me causó, pensar que escribo para odiarlo, hombres mucho más guapos podía conseguir en Europa, yo lo que amaba era su voz diciéndome cuánto me quería, "pero bueno al fin y al cabo Ana, mentiras son mentiras, y dolor es dolor," esto lo escribí para dejar bien claro que no tengo que confiar en nadie que aparezca de un dia para otro en Twitter, con una súper fascinación por mí o por mi trabajo, bah, Wilde tenia razón los dioses nos han dado talentos pero vamos a sufrir mucho por eso, y ahora sabía que dentro de los círculos intelectuales habían personas inmundas también, que ya no estaba a salvo allí dentro, no importa lo bien que hablen, no importa lo mucho que lean, no importa los excelentes consejos que den, o la cantidad gigantesca de libros que hayan leído, eso no vale nada, porque son solo las decisiones las que demuestran quienes somos en verdad. 

La lección más importante del mes aprendida a la fuerza.




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