"Bueno es que.. él que gana el tour de France, no empieza con el tour de France, empieza dando la vuelta a la calle"
Lo cierto es que los franceses no sabían la suerte que tenían. Ellos habían heredado un panorama totalmente diferente y su destino era otro. Su destino era mejor. Ellos habían nacido con una vida organizada, con las horas bien distribuidas de vacaciones y trabajo, de salud para todos, y hasta de educación para todos. Ellos eran los hijos de la literatura. Porque, lo cierto era que tenían un amor para leer en cualquier parte, en los parques, en el metro, en las calles, durante los viajes, y leían para solucionar casi cualquier cosa de su vida en todas las estaciones del año. Podría decir que un francés y libro son casi la misma cosa. Ellos parecían hechos de letras y sus miradas hechas de historias. Ellos amaban las bicicletas, un símbolo de libertad que utilizaban para recordar que eran libres cada día. Una cultura ferozmente independiente. Libres hasta el delirio y sino, dispuestos a hacerlo. Los franceses avanzaban frente a los problemas de poco a poco, de lo pequeño a lo grande y no al revés. Eran los herederos de una Europa difícil. Así que sabían que acelerarse sin duda, sin meditar, podía llevarlos a la ruina. Francia se había construido como era, por los franceses y no por la historia de eventos que cuenta la humanidad. Francia era tan apetecida y tan fuerte, no por Napoleón o por tantos personajes célebres de todos lados del mundo que vinieron a triunfar y a morir aquí, no, Francia era Francia, porque los franceses habían creado un cultura irremplazable. Los franceses eran diferentes a cualquier otra nacionalidad. El francés, es un idioma casi que inalcanzable para los forasteros de todas partes que llegaban aquí pero lo cierto era que el francés es con seguridad un idioma bellísimo. No todos los franceses son amables, existen los que odian al extranjero a muerte y existen los que ayudan al extranjero a muerte. Francia es un país de gemelos. Puede que te toque un francés bueno o uno malo. Quién sabe. Lo cierto es que no entregan su confianza sin antes pensarlo mil veces, sin antes conocer al otro, sin antes estudiarlo, sin antes ponerlo a prueba, los franceses no entran de cabeza en las relaciones con los demás, se lo piensan bastante, no son personas apresuradas, por eso son fundamentalistas de la puntualidad. Que es un tesoro de los reyes. Pero una vez te ganas tu lugar, entonces mereces sentarte a la mesa y disfrutar de todo lo que tiene que decir un francés, que no es poco. Te ganas el derecho de compartir una cena que con seguridad va ser deliciosa, y te ganas el derecho de que te escuchen siempre. Porque los franceses saben escuchar, y es algo que hacen muy bien.
Inevitablemente me pregunto cuando camino por las calles en invierno ¿qué hubiera pasado si en solo un año los franceses vivieran en Latinoamérica? ¿la podrían organizar y cambiar? ¿la podrían mejorar? ¿la podrían salvar? ¿la podrían liberar de tanta ignorancia y de tanta vergüenza? Latinoamérica tiene tanto por dar, es aún hoy un continente con recursos ecológicos muy fuertes y valiosos, pero la mente de los latinoamericanos no tiene ni fuerza ni valor. Es lamentable que solo unos pocos de los latinoamericanos queramos salvar a Latinoamérica de la profunda decadencia que vive cada día. ¿Es posible hablar de "solidaridad y de que estamos todos juntos" en una economía que esta basada en la competencia despiadada? ¿Hasta donde llega nuestra fraternidad? El desafío que tenemos los latinoamericanos por delante es de una magnitud de carácter colosal, y la gran crisis no es económica es mental, porque no venimos a este mundo para desarrollarnos en términos de progreso, vinimos a la vida intentando ser felices, ningún bien material vale como la vida. Ningún visado vale tanto como la vida, y esto es elemental, pero si la vida se me va escapar trabajando y trabajando para consumir "un plus" en mi país, es una problema de carácter político que nos están diciendo que tenemos que luchar por otra cultura y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir. Mi país, un país pequeño que exporta frutas y flores ¡y café! uno de los mejores cafés del mundo pasa por manos colombianas. Mis compatriotas luchando trabajando desde 7:00h hasta las 20:00h todos los días. ¿Porque? porque tienen que pagar una cantidad de cuotas, la motito que compró, el auto que compró, y pague cuotas, y pague cuotas, porque en Latinoamérica para tener algo, todos nos tenemos que endeudar, porque todo es exageradamente caro, y cuando se quieran acordar somos viejos y se nos fue la vida. Hablo de las personas que conocí en mi país que me han amado y me han cuidado, hablo de mi madre, hablo de mi abuela. Los latinoamericanos no tenemos la suerte, ni las oportunidades que tienen los países más desarrollados de occidente. No tenemos un destino tan glorioso ni tan fácil. Nosotros tenemos que sacrificar mucho para llegar hasta aquí, para merecer estar aquí.