-¿Ana porque ese mal humor?
-Da rabia pensar que soy la única artista que si muriera joven, no tuvo en su vida un hombre al que idolatró y amó de verdad. Estoy asombrada de haberlos superado a todos. De sentir paz, pero no amor.
-¿Mujer en eso piensas? ¿Quieres más vino? Suena que te dolió decírmelo
-Solo bebo por protocolo, no por placer. Siempre me a dolido perder el interés en un hombre.
-Tal vez resulta difícil enamorarte...
-No, tal vez nada de este mundo sea mío, ninguno me pertenece. Soy artista sino me muero por amor ¿Entonces si habré muerto en realidad?
Vincent dejó de servirse vino. Se quedó mirando la espuma en la copa. No dijo nada. Mike me colocó su abrigo y me dijo: -Deja de deprimirnos a todos, ven Ana, vamos a caminar al parque de Le roi soleil
Siempre adoré caminar sobre las hojas. Escuchar el crujido suave de una hoja que deja de serlo. Mike caminó hasta el balcón en ruinas de un semi-olimpo. Me miraba. Mike se hacía joven y viejo por días. Ese día era joven.
Me dijo: -Entre a tu cuarto y habían papeles y libros por todas partes, lo difícil era encontrar el suelo.
Me reí, tenía razón.
-Tú madre tenía razón eres preciosa cuando te ríes Ana y también cuando estás molesta. Es increíble que puedas verte hermosa en dos momentos tan distintos.
-Soy un contacto entre opuestos te lo he dicho siempre, amigo mío.
-Sé porque estas enojada y feliz. Es por el fantasma escritor, si, el chico polígamo que vive en un bosque, el amante de niñas sumisas del que me mandaste escritos.
-¡Qué memoria Mike!
-Bueno soy un joven pianista, se me da muy bien vivir en el pasado chérie, es un buen escritor Ana, no el mejor pero es muy bueno, ¿le echas de menos?
Me senté y me quité los guantes.
-No sé...
-Sí lo extrañas...
-No sé. Yo extraño muchas cosas, el tiempo, mi abuela, el sol, no sé si en realidad lo extrañé con intranquilidad y desespero. Tal vez extraño hablar con él, no lo amo, ya no lo quiero. Eso terminó en tragedia.
-Entonces terminó como te gusta ¿eh?
Me reí.
-Si, me gusta el drama et la tragédie adoro esos suplicios.
Mike se rió a carcajadas.
-Eres monógama mujer, no puedes aunque quieras estar en una relación abierta, por muy artista que seas, por muy Francia, no puedes. No puedes Ana.
La brisa me llevó el cabello a los labios.
-Si bebe je sais, lo intenté, lo intenté hasta quebrarme. Hay cosas en la vida que nunca van a cambiar, yo no puedo amar a alguien que ama a diez personas más. A mí compartir no se me dio bien jamás, soy muy egoísta.
-Hubieras terminado en una cama con dos mujeres más o quién sabe ¿qué hubieras hecho? -Me hubiera levantado con "Vea gracias por el plan, pero no quiero cogerle las tetas a ninguna, bye bye"
Mike reía a carcajadas. Se rió tanto que me hizo reír entre el frío de la noche.
-... Ana, después cuándo lleve también a la cama a un perro o a un gato porque le empezaron a gustar y crean una orgía multi-especies todo bajo la premisa "Es que si me quieres cambiar no es amor"
Mike carcajeaba sin parar hasta llorar.
Caminábamos. Un joven inglés inmigrante me pidió dinero. Yo no tenía monedas pero decidí darle dos pares de guantes que tenía en el bolso. El frío era cruel.
-Para mí Mike, el amor es algo completamente diferente...Tal vez yo nunca voy a saber que es el amor, ya me cansé de leer tantos libros, de leer tantos estudios, de pintar tantas parejas, estoy exhausta de pensar...
Mike no me estaba mirando. Continué desvariando.
-...¡Yo no sé lo que es! No soy lo suficientemente inteligente para saber qué es o no amor, y es lo más sensato que puedo decir.
-Ana, yo creo...
Mike, miraba hacia un rinconcito de la calle dónde estaba el joven inmigrante inglés colocándole los guantes a una mujer rubia que dormía en el suelo entre maletas viejas.
-Ana, yo creo... todo lo contrario, eres la persona más dulce que conozco, yo creo que si sabes que es el amor y no aceptas otra cosa.