La batería del celular de mi abuela se terminó.
Se quedaron tantas palabras por decir, palabras que guardé para decírtelas en el momento oportuno. Pero no existen momentos oportunos. Te amo hermano. Siempre lo hice, siempre te he querido con un amor que solo pude reconocer muchos golpes y años después. Un amor que no podría abandonar ni siquiera el día en que abandone este mundo. Mi hermano, mi hombro, mi apoyo, mi compañero. Eres mi hermano, y no es algo que pueda decirte con palabras humanas porque no es algo que quiero que escuches, sino es algo que quiero que sientas, que sientas que es y será verdadero. Estoy aquí para ti. Juntos. A veces parece que solo somos tú y yo contra el mundo. Juntos. Y nada podría aliviarme más que tenerte a mi lado, lejos, cerca, atravesando la puerta del cuarto, cruzando el mar dormida en un avión. Nunca te he abandonado hermano. Ni antes ni después de este viaje. Mi vida esta llena de sinsabores, de peleas, de frustración y de despedidas. Pero tú, Andrés, no eres ni un sin sabor, ni una pelea irreconciliable, ni un mal momento de frustración en una noche de cansancio y no eres alguien de quién me haya despedido para siempre. Te amo hermano menor, te amo sin descanso, te amo porque no he tenido que fingir absolutamente nada contigo en todas las horas que he vivido, tú, sabes cómo es tu hermana, mala y buena, justa y solidaria, atractiva y perezosa, altanera e inteligente. Te quiero hermano, como se abrazan los pensamientos que pasan por la mente de las personas cuando miran el paisaje a través de las ventanas de un tren. Como se acurruca un perro a tu lado, sin decir nada y quitándote el frío de la soledad. Te quiero hermano como todas las veces que dibujo y no hay nadie en casa y sano al mundo de todos los dolores que nos dejó en la memoria. Contigo el mundo no parece tan difícil ni tan bárbaro, aunque así lo sea. Contigo disfruto la vida, poco a poco, sorbo a sorbo como el café caliente que nos hace Ana delia por las tardes en Provenza, te quiero porque eres una persona que he amado y he odiado, y he vuelto a amar, y vuelvo a pelear contigo, y vuelvo amarte después, peleo contigo y te amo otra vez hermano, hay tantas cosas que me quedan por compartir contigo. Pero de todo lo que te pueda decir, de todo lo que nos depara el futuro, y de los dolores que nos faltan, quédate con la palabra "Juntos" porque de todo lo bello que te pueda decir hoy, nada tiene tanto valor como que puedas sentir que siempre estaré ahí para tí. Aquí, allá, lejos, cerca, casada, soltera, triunfadora, perdedora, cansada o feliz. Estaré para ti. Tiemblo al escribirte, porque siento un miedo horrible de que la vida nos juegue sucio, como nos lo ha hecho antes, como se lo hace a todos en este mundo, pero tengo que decírtelo porque el amor es para entregarlo, aunque sea en medio de la balacera que es la vida.
Te escribo que te amo hermano, porque si me lo callo, me dolería en lo más profundo del alma, para siempre.