-¿Lo dejaste?
-Lo dejé, siempre tenía otras mujeres y las ocultaba, esa atmósfera me disparaba la ansiedad, me daban crisis, y él nunca estaba. Así que un día me senté en un parque a llorar, y vi dos palomas durmiendo en una rama. Entendí de inmediato que era lo que me hacía falta con él: Tranquilidad.