La muerte del gato de mi abuela nos marcó más de lo que todos hubiéramos imaginado.
Para mejorar el ambiente, colocare una canción alegre. Lo cierto es que yo estoy muy segura de que volveré a ver a mi gato como de que saldrá el sol mañana. Así que, aunque la vecina se levantó esa día, fue al supermercado compró ese veneno, lo guardó en su bolso, y después lo escondió en su jardín, para acostarse tranquila por la noche. Segura de que mataría a mi gato por la tarde.
Si. Es evidente que lo amábamos. Es evidente que siempre lo extrañaremos. Es evidente que siempre pensaremos en él. Pero no podemos hacer nada. Y de nada nos sirve sentirnos mal por él. Porque él está mejor, murió, ya no sufre más por culpa de la vecina, y da igual porque lo volveremos a ver, allá donde vamos todos después de vivir en este mundo de mierda.
Porque así es. Este mundo es mierda.
Estamos aquí, para probar que podemos ser obedientes o volvernos obedientes, para nada más. Pero, una vez la prueba llega a su final, no más vivir dentro de una esfera llena de agua y tierra, no señores. La humanidad se ha condenado sola en todas las historias ancestrales en las religiones del mundo con: la traición y la desobediencia, entonces, por eso nos toca, PORQUE ES QUE NOS TOCA COMER MIERDA DURANTE LA VIDA, con una cantidad de sentimientos inmundos que destrozan el alma, porque es la única manera que tiene el dios de este universo para poder confiar en nosotros, ¿ah? o sea a dios le tocó crear la tierra, las vidas humanas, para saber en quiénes puede confiar y en quienes no, porque le falló el plan A, el paraíso no nos bastó, ni el amor divino que nos dio gratis, porque ninguno de ustedes pago a cuotas en el banco la vida eterna, porque nos trató tan bien desde el principio, que tal cual adolescentes hijos de famosos en Hollywood, abusamos y la cagamos. Ahora estamos eternamente castigados, ¿porque? por desobedientes, por echarle la culpa a la serpiente y no asumirla nosotros. ¡Que descarados somos los humanos!
Por eso estamos todos condenados a sufrir estas cagadas: La vecina envenenó a mi gato en navidad.
Porque ni siquiera puedo confiar en los vecinos, como dios no puede confiar en nosotros, todavía.