-¡¿Dónde está Ana?! ¡dime donde esta!
Alejandro no supo qué decir. Sabía tantas cosas de ella, que habitualmente se le atropellaban las respuestas en su mente, no debía decir la verdad, eso estaba claro, pero era pésimo mintiendo. Por eso Alfred solía preguntarle a él antes que a cualquier otro. Alejandro lo miró aterrado y confuso esperando la siguiente pregunta.
-Dile que venga, dile que venga ¡AHORA!
Se levantó, abrió la puerta y salió apresuradamente de su estudio. Ana no estaba muy lejos. La situación debía ser muy grave y Alejandro ya se lo podía imaginar, pero no la encontró. Sin embargo la suerte estaba de su lado, como si ella lo presintiera sabía que debía volver, volver, cuanto antes. Ana corrió por las escaleras de piedra, sus pasos retumbaban por toda la torre, hasta el último escalón. La puerta estaba abierta. El salón estaba iluminado por una cálida luz de verano que iluminaba las tablas de madera del suelo, y que hacía brillar particularmente el cuero de los libros del escritorio. Todo estaba en silencio pero el cuarto no estaba vacío.
-¡Ana! - gritó Alfred bajando las escaleras del librero. Ana no respondió.
-¡¿A que estas jugando niña tonta?! ¡acaso no lo entiendes! ¡no tenemos tiempo! ¡no tenemos tiempo para tus fracasos! Ana esto que acabas de hacer es muy grave, no es solo la falta de carácter que tienes para elegir, sino aún peor la certeza que tienes de mantener una mala decisión hasta el final.
-Yo, lo sé..
-¡NO LO SABES! ¡NO TIENES TIEMPO! Él no va volver, es un traidor, te mintió, te ha mentido todo este tiempo ¡y tú le creíste! ¡le creíste! ¿en dónde está tu buen juicio? ¡confiamos en ti! ¡y ahora no podemos hacer más que lamentarnos! Sabes que cuando un hombre te abandona en medio del desastre... sabes, lo sabes, es porque nunca te quiso... nunca te podrá amar, no te ama y no lo hará... ¡no pierdas el tiempo buscando entenderlo! ¡entender a los cobardes no sirve de nada! ¡MIRATE! ¡date una ducha! ¡sal de aquí y ve a bañarte!
-¡YO NO QUISE FALLAR! ¡Él me dejó!
-Si, pero es demasiado tarde, todo ahora está perdido... te engañaron niña tonta, te engañaron... no podemos hacer nada, y sobretodo ¡tú no debes hacer nada! ¡no te atrevas buscarlo! ¡tu tiempo se termina!... tu tiempo se está terminando, tienes que seguir, no mires atrás, sigue buscando, buscalo lejos de aquí, búscalo y encuéntralo antes de que sea demasiado tarde para todos, en especial para ti.
-No sé que hacer Alfred...
-No elijas a un imbécil, es todo lo que debes hacer. Solo, no elijas a un imbécil, no lo hagas, tienes que mirarte, mirate, él tiene que ser como tú, no puede ser tan diferente a ti, si no sabes cómo elegir, solo mirate, es como completar los vacíos de un mapa. ¡Y ALEJATE DE UNA PUTA BUENA VEZ DE LOS IMBÉCILES! ¡NO QUIERO VOLVERTE A ESCUCHAR LLORAR NUNCA! Ahora ve a bañarte. Y comete estas galletas de chocolate mujer, te ves tan fatal, me cuesta creer que seas tú.
Ana se dirigió a la puerta.
-Y no lo olvides, el amor no tiene nada que ver con esto, nadie en su sano juicio abandona a una persona que ama, NUNCA ni en esta época ni en ninguna otra. ¿Porque?
-¿Porque el amor verdadero lo puede todo?
-¡NO! Porque nadie que ame de verdad puede abandonar a su suerte a la persona que ama. Empujarla al mar del dolor y después olvidarse de que existe. Nadie. Solo los traidores "traicionan" a alguien que los ama para salvarse ellos mismos. ¿Acaso él pensó en ti? ¿EN EL DAÑO QUE IBA A HACERTE CUANDO SE FUERA? ¡NO! ¡EL SIEMPRE SUPO QUE IBA A IRSE! El traidor es tan egoísta que solo puede salvarse a sí mismo. Y a ti querida, te abandonó, porque él quería salvarse. Quería seguir sin ti. Eso no es amor. Eso nunca fue amor. Eso nunca podrá ser amor. El amor es luchar hasta el final, es estar ¡AQUÍ! hasta el final, estar todos los dias para alguien, para bien y para mal. El amor es seguir estando hoy y mañana también. ¿Entiendes? Seguir estando, porque amas estar con la persona que quieres, quieres seguir viéndola mañana, quieres seguir escuchandola, y cuidando de ella. Cuidandola de todo lo horrible que puede ser el mundo con todos nosotros.
-El amor es.. seguir estando hoy y mañana también.. si, entendí Alfred.
Él le sonrió y ella se fue al baño, a tomar su ducha.