Aunque las cague una y otra vez.
Aun así prefiero seguir haciendo y seguir equivocandome que no hacer nada y quedarme con las ganas o con las dudas. La vergüenza de equivocarse le durará a usted unos días, pero el arrepentimiento de no hacer nada le aseguro que le durará más tiempo, días, meses, años, y para siempre.