-... Sí, me iré más tarde.
Mis ojos se fueron hacia la ventana abierta por la brisa, llena de sol y con un cielo azul dónde las aves pasaban por momentos. Carolina tenia muchas razones para rendirse y no volver, pero yo no, yo tenía muy en claro que no pertenecía, que nunca pertenecí a ese mundo.No sé lo dije, pero mi expresión de preocupación escondida en el reflejo de la ventana, lo decía todo. Yo no iba a volver.