21 Dec
21Dec

El año 2020 es el año de las fugas. 

Me siento como dentro de un cuarto de baño en el que de repente irrumpe una fuga de agua en el lavamanos y yo corro a taparla, luego cuando logro taparla, otra fuga aparece en la bañera, trato de taparla con las manos pero sin lograrlo aparece de pronto otra en el techo, luego otra fuga de agua fria imprevista en el inodoro, luego uno más en el suelo de porcelana y el agua comienza a llenar el cuarto. Allí dentro estoy yo tratando de que "el barco" no se hunda porque todos los días hay fugas nuevas por todas partes, todos los días tengo que sacar el agua o evitar que entre más, estoy tan cansada, nunca había tenido que estar en este modo alerta tanto tiempo, tantas horas seguidas, casi sin descanso porque hace meses que solo duermo tres horas, jamás había tenido tan cerca el peligro, y es un peligro real, este año es veneno puro, y es que los ataques no paran y vienen de todos los frentes, trabajo, amigos, familia, salud, amor, dinero, no sé que decir, simplemente no puedo (por primera vez en mi vida) predecir de dónde vendrá el próximo problema, desde cual lugar va irrumpir el próximo violento chorro de agua fría para golpearme en la espalda y tratar de llenar el cuarto de baño, no lo sé, no puedo saberlo.

Me siento inútil porque mi inteligencia ha sido el arma más poderosa que he tenido para sobrevivir en Europa, pero jamás me había fallado tantas veces, es como si ahora mismo mi inteligencia no tuviera ningún impacto dentro de la realidad, nada, ni cosquillas, es como si la lógica de la realidad hubiese cambiado por completo, como si la lógica de toda mi vida hubiera sido reemplazada por algo más denso, difícil, complejo y esta energía evoluciona extremadamente rápido trato y todavía no puedo entender lo que está sucediendo con esta nueva lógica en la que ahora esta funcionando el universo, esta lógica no es humana, o por lo menos no lo aparece, no se que es, no se como combatirla o si debo combatirla, veo el cuarto todos los días lleno de agua, y no dejo de pensar que diablos esta pasando, que pasa en mi vida, porque todo esta tan horrible, no hay respuestas. Lo único que hago diariamente es no culparme, no quiero sentir culpa por todo lo malo que me ha pasado estos doce meses porque he tratado de salvar lo insalvable, he corrido, me he caído, he corrido, me he caído, he corrido hasta el borde de este precipicio y de las manos se me han resbalado personas que no quería perder, cosas que no quería perder porque me costó mucho tiempo conseguirlas, pero como una ley invisible inmediatamente las pierdo tengo que levantarme y seguir, no hay descanso, debo correr porque todo se desmorona conmigo ahí, y comienzo a correr hacia el próximo precipicio a oscuras, casi sin aliento, sin entender que esta pasando, porque si te detienes por un segundo a lamentarte por lo perdido ¡BOOM! el agua te llega al cuello, no sé puede uno parar a pensar en todo lo que ha perdido este año porque esa es otra pérdida más grande, lamentarse es revolcarse en el lodo con los cerdos, no sirve para nada, no ayuda a nadie, nadie va a consolarte, nadie va a salvarte, el milagro no va ocurrir en el último minuto, nada de eso, vivir es una prueba individual, y ahora estamos más solos que nunca. 

O nos salvamos nosotros mismos o no conoceremos el futuro.

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