Algunas veces aunque sepamos lo que viene, no estamos realmente preparados para cómo se siente.
Mi vida fue ver a la distancia como llegaba una caballería de tragedias, querer fervientemente detenerlas y no poder soportar ninguna, mi vida fue no poder salvarme del agua que me llegaba al cuello, mi vida fue quizás nadar entre la marea alta, mi vida fue quizás hundirme más que respirar, mi vida fue quizás un derrumbe dentro en el mar.