Antes de que empieces a golpear, no vengo a amarte, mis intentos por quererte terminaron hace mucho tiempo, salí de la época de la inquisición, victoriosa, y pude refugiarme lejos del hambre y la tormenta. Me queda el recuerdo de ti, de un hombre que le daba miedo ser olvidado por todos los que conoció. Yo te conocí. Tú eres una fuente noble de conocimiento, no de amor, dentro ti hay fascinante memoria, ardiente sentido, eres madera que se quema en una fogata a la media noche mientras llueve en la montaña, eso continúas siendo para mi. El hombre que conocí en Alejandría. Un cuervo silencioso que mira el cielo oscuro de Edimburgo, un filósofo abandonando el camino hacia Tebas y un huérfano del cosmos.
Renuncie a ti porque yo no soy una mujer salida de un libro de Carl Sagan, yo tuve la mala suerte de creer en el amor más que en la vida, porque a la vida la odio, y al amor nunca he renunciado. Yo ocupo otro lugar en la historia, y es junto a otros marginados que murieron de pena, que escribieron por angustia, que vieron la miseria, los que tienen alma de naufragio, los amantes, los ruiseñores que se clavaron las espinas de la rosa en el pecho por amor a los que nunca los quisieron, y a los que si los querían.. Soy un fiel creyente del amor, resignado y devoto. No sé cuantas veces he pactado con ese demonio, amar es mi castigo por no haber querido salvar la razón nunca en mi vida.
Poco me importa salir mal librada de estas peleas de gatos en los tejados, poco o nada, más nada que poco, dispuesta estoy a seguir mi camino a ver hasta que final trágico me lleva, qué emoción me digo ilusamente llevando un corazón de esfinge polvoriento, indescifrable para otros y también para mí, mi alma vaga sola a la orilla de un lago, esperando a que la luna aparezca para que su luz me toque en silencio las manos y me de algo que he buscado por tanto tiempo: Compañía.
Cuando vi ese video de Residente - This is not America la escena de Victor Jara me recordó solo una cosa, y solo una cosa, lo que sentí al estar enamorada de ti, fue un encierro, fueron balas perdidas, fueron bombas, fue miedo durante la noche, fueron golpes de botas militares contra mi cabeza, fue sangre en los ojos y en las manos, fue hambre por tres días, y cuarenta cuatro balazos en mi espalda. Fue una dictadura. Secuestraste los mejores sentimientos que tenia y los fusilaste.
Ese disparo en la cabeza represento perfecto la ultima palabra que me escribiste: ¡PUTA!
y aunque el amor nunca existió, el amo si y la cicatriz me quedó para siempre junto a las demás. Vine a devolverte dos cosas; El primero es un texto que escribí un mes después de la tragedia y el segundo es:
¡MÁS PUTA SERÁ TU PERRA VIDA BASTARDO DE MIERDA!
Veuillez agréer, Monsieur, l'expression de mes salutations distinguées.