-¿Ana?
-¿Ana?
-¿Ana?
-¿Ana dónde estás ahora?
-¿Dijiste algo? ¿a qué hora llegaste?
Este diálogo paso muchas veces en el salón de dibujo de mi escuela, casi que puedo recordar el aroma de ese salón, las marcas de los pupitres y su pintura, amarillos, el tablero verde pegado a la pared y la puerta siempre abierta.
-Llegué hace como cinco minutos ¿me ayudas con esto? Ayer trate de hacer la pagina 35 pero tenía muchas manchas negras en la hoja que se hicieron sin darme cuenta con el carboncillo del lápiz y tuve que cambiarla
-Eres una inútil
-...
-No tienes que justificarte, voy a arreglar ese desastre tuyo por caridad, pásame una plancha nueva...
-Gracias Ana, ¿y en qué pensabas?
-En nada... ¿Por qué me estas mirando tan feliz?
-Me gusta verte dibujar
-Ah eso, si a todo el mundo, siempre están ahí encima mío es igual que siempre...
-¿Te molesta?
-Tú sabes que si, pero no digo nada, trato de manejarme, de controlarme, debo acostumbrarme a compartir esto con la gente que no conozco y que no me conoce, es mejor que empiece a desarrollar mi contacto con el público porqué no será una relación fácil en el futuro
-¿Tan segura estas que la gente disfrutar viéndote dibujar?
-Si mucho, dudo de mi origen colombiano pero no de mi talento, de eso jamás…
-Yo a veces trato de bocetar, trabajo en las proporciones de algunas imágenes que me imagino y después quiero pasarlas a la hoja en blanco
-¿Tú? El desastre andante....(risas) si, si, te creo, yo antes era igual o peor que tú, dibujaba horrible, no, pero horrible de verdad, inmundisimo (risas) pero me gustaba mucho dibujar, el silencio, la historia, el viaje, aunque los dibujos fueran horrendos no dejaba de hacerlo me daba placer, el gusto por dibujar se desarrollo en mi como una adición, era más una droga que un hobby... A mi se me quita el hambre dibujando, todavía hoy en día, si tengo hambre y comienzo a dibujar puedo aguantar algunas horas sin comer, es algo muy extraño
-Si es extraño
-No soy como tú que dejas todo sin terminar
-Bueno si, a veces...
-¿A veces? Todo incompleto, a medio acabar, te cansas muy rápido... eres inteligente sabes como hacer las cosas pero no sabes acabarlas, es la vida de lo invisible porque nadie ve el final de nada de lo que "empiezas"
-¿Y tú porque te obsesionarse con dibujar?
-Porque era mala dibujando y quería ser buena
-Y lo cambiaste
-Pues claro que lo cambie, siempre tuve que cambiar todo lo que no me gustaba de mi es muy irónico porque mucha gente cree que hay cosas que no se pueden cambiar, y es cierto, la resignación existe aquí y allá, los budistas dicen que debemos aceptar lo que no podemos cambiar y fluir con la energía del cosmos, y si, tal vez hay sucesos a los que uno puede encontrarle ciertamente lógica a la resignación, perder un empleo, encontrar dinero por la calle, que se te manche un vestido con salsa, besar a alguien que te guste, que te corten mal el cabello, que te descubran en una mentira, que tu novio se vaya con otra, con cosas así por el estilo, uno puede creer que el universo planea algo nuevo con nuestra vida, una nueva ventana que se abre, quizás un nuevo camino, una nueva oportunidad y uno llega a soportar mejor el cambio justificándolo con un propósito imaginario cosmológico, que si, porque no, puede suceder, porque el universo funciona así, dirigiendo todo, es un director. Pero yo no entiendo para que le sirve al universo que una niña en Zambia sea violada por su padre cuando tiene 13 años y quedé embaraza esa noche, allí cual es la naturaleza del universo, ¿para que le sirve al universo eso? ¿es en verdad necesario? ¿porque?
-No lo sé Ana...
-Yo tampoco, pásame el borrador...