El merito propio es algo muy evidente, no se puede fingir, no se puede robar. El que se ha ganado la vida a pulso firme lleva esa energía por dentro y morirá con ella. Hacerse una vida con esfuerzo propio, construirse un destino con decisiones difíciles, con preocupaciones, con angustia, con todos los errores corregidos, es para mi, quien merece el derecho a sentarse en mi mesa para ser escuchado. Las historias victoriosas que se cuentan por aquellos que fueron sus protagonistas y sus sobrevivientes son sin ninguna duda las mas memorables.