Sé que cuando te estoy viendo, estoy viendo un cadaver, se que no volveré a verte en ese cuerpo, porque el universo es un teatro, y salimos a actuar el papel de la obra que el cosmos necesite por milenios y eras, nos escriben en el alma un guion de lo que debemos hacer, y lo hacemos muy bien, lo sé, se que tengo un propósito, lo cumplo, el universo me quita el cuerpo, luego me quita la consciencia y me guarda en su cajita de juguetes hasta que me vuelva a necesitar, y entonces volveré a tener un cuerpo nuevo y pondrá a funcionar otra vez mi consciencia, lo sé, sé como funciona la empresa familiar.
Sé qué sabes qué quiero sabotearlo todo, qué me parece un escandaloso abuso qué me usen así, qué me da rabia muy secretamente ser tan obediente, pero también sabes que sé muy bien lo qué paso la última vez que otro, muy solo, quiso romper esa rueda de la consciencia infinita, sólo empeoro todo el sistema, sólo perjudico y dificultó la existencia y acortó más la vida. ¿Cierto? O eso es lo qué me educaste tantos años para creer.
No soy rival para ti, no soy estúpida, sé qué no te puedo ganar ni en esta vida, ni en ninguna otra. Francamente con una abrumadora disciplina y una escalofriante aceptación, finalmente podría digerir que soy un juguete cósmico, lo qué me cuesta aceptar de muchas formas, y qué es tu preocupación diaria, es que no quiero olvidar a los seres que amo de esta vida, porque creo que ya tuve suficiente, es bastante ofensivo tener que olvidar gente que no quiero olvidar de no sé cuantas reencarnaciones, de no sé cuantas dimensiones, de no sé cuantas galaxias, porque ni siquiera hay papeleo cuantitativo de eso, si suena a capricho, a un nivel muy bajo de consciencia, a una dimensión sombría, si suena a eso, porque quizás eso es.
Vamos, mi corazón no es una tubería energética por donde pasan eternamente otras almas para que yo las quiera y me quieran, y luego las olvide y me olviden, vamos ten un poco de decencia. No quiero que me des la razón, quiero que me des tu compasión.
A lo qué el monje respondió con autoridad:
-Ana, los recuerdos son siempre muy hermosos, pero sólo con ellos no puedes existir. Ahora vete.