Ah si, Ana McCormick. La conocí jugando Monopoly, la tipa me hizo reir muchísimo. Está loca. Tiene sentido del humor, un cuerpazo, huele delicioso, fashionista, es inteligente y tiene talento. Todo lo qué me gusta de las mujeres en una sola personalidad. Ana cae bien, pero no se esfuerza por caer bien. Qué alguien quiera ser su amigx es fácil, qué ella quiera qué lo sean, es difícil. Y claro, tiene un mini séquito de lambones en las redes sociales qué le celebran hasta cuando se come un moco. Pasar el dating con Ana es cómo jugar la pelea final con sub cero en Mortal Kombat, ella es experta en decir qué no, extremadamente justa y brutalmente directa porqué si algo detesta esa tipa es qué le hagan perder el tiempo. La tipa te analiza todo sin qué tú te des cuenta; con qué mano escribes, tu caligrafia, tu familia, como se llama tu perro, tu signo zodiacal, tu numerología, las letras de tu nombre, las lineas de las palmas de tu mano, te va preguntar porqué terminaste con tu ex, la forma en la que haces tu firma, tu lenguaje corporal, tus redes sociales, lo que publicas y lo que no, y parcero de nada vale tener cuentas falsas en TikTok, Ana sabe muchísimo de programación de apps, va encontrar todo, conversaciones, fotos, gifs, si le diste like a las stories de alguna tipa en el archipiélago escandinavo en navidad, sin necesidad de hackearte, pero de qué puede hacerlo, puede, es durísima para todo lo digital, se mueve cómo pez en el agua, ese es su fuerte y claro la mano de cosas de psicologia qué ella ha leido y lee del comportamiento humano, la tipa es el pentagono emocional. Nada se le escapa y tiene una memoria que madre mia, no se lo olvida nada, desde tu fecha de cumpleaños, hasta lo qué comiste ayer por la noche, es cómo bruja también, o sea peor. Hasta dónde yo sé, sólo ha tenido tres novios oficiales, o sea tres manes le han pasado esa prueba, muy seguramente ellos habrán hecho un pacto con el diablo, porqué qué más. -Conversaciones, 2021.